HEBREO, A. El gentilicio llegó al español a través del latín Hebraei, que lo tomó del griego antiguo Ἑϐραῖοι (Hebraioi), y éste a su vez del hebreo עברי (Ivrí).[1]
Los hebreos son un antiguo pueblo semítico del Medio Oriente y a ellos frecuentemente se refiere la Biblia, que contiene numerosas referencias y constituye la principal fuente de documentación en cuanto a ellos. Los hebreos son considerados como los ancestros de los israelitas y del pueblo judío. A veces se considera que los términos hebreo, israelita y judío son sinónimos, pero de hecho no lo son.
El pueblo hebreo tiene su origen en el primer patriarca bíblico, Abraham, quien siguiendo el llamado de Dios, llevando cabo lo pactado con el Todopoderoso (La Alianza), dejó su casa natal en Ur (en Caldea, Mesopotamia) para dirigirse hacia la Tierra Prometida, Canaán, en el poniente (siglo XV antes de la Era Común; véase Génesis 11:26-25:18).
En hebreo, la palabra עבר (Heber) significa "pasar, cruzar o atravesar", es decir, "ir más allá". Pero este movimiento no es necesariamente solo uno geográfico o territorial. Según una antigua leyenda tradicional, Abraham fue el primero en destruir los ídolos paganos. El acto llevado a cabo por Abraham cuando aún era joven se denomina actualmente aniconismo. Lo importante de dicho proceder es que señala a Abraham como el primer individuo que en la historia de la humanidad logró ir más allá del paganismo: Abraham es extraordinario por su determinación gracias a la cual logró trascender el culto a los ídolos.
En principio, hebreo significa entonces "el que pasa" en el sentido de transitar o, mejor aún, migrar. Hebreo es así "el que migra". Con todo, hebreo posee como término un sentido mucho más profundo. En la lengua hebrea ללכת מעבר למשהו (laléjet miheber le máshehu) significa literalmente "ir más allá de alguna cosa". Dicho con otras palabras, trascender.
Significativamente, Abraham trascendió la idolatría.
Por otra parte, en la lengua hebrea, Abraham significa tanto "Padre de Muchos Pueblos" como "Padre de Muchas Naciones". La Biblia indica que Abraham fue el padre de Isaac e Ismael, de quienes a su vez descenderían respectivamente los pueblos israelita y árabe.
Si bien nómade, Abraham era un hombre respetable y acaudalado. Además, y por sobre todas las cosas, fue el Elegido de Dios.
Las palabras israelita y judío son posteriores. En la Biblia, Jacob (el tercer patriarca hebreo) recibe el nombre Israel y sus doce hijos formarán las doce tribus de Israel, a las que se conocerá como israelitas.[2] Los israelitas habitaron la Tierra Santa. El término judío, por otra parte, no tiene lugar en el Pentateuco (Cinco Libros de Moisés) sino solo posteriormente en la Biblia y designa ante todo a los miembros de la tribu isrealita de Judá (cuarto hijo de Jacob) y subsecuentemente a los habitantes de las tierras montañosas de Judea.[3] Históricamente, el antiguo Reino de Israel (que tuvo como monarcas a Saúl, David, y Salomón) en cierto momento se dividió en el Reino de Israel y el Reino de Judá, y fue este último el de mayor duración. No obstante el Reino de Judá más tarde fue derrotado por los asirios y sus habitantes, conducidos al exilio, fueron colectivamente conocidos como judíos, ya que provenían de Judea.
El problema del DRAE
hebreo, a. "(Del lat. Hebraeus, este del hebr. ‘ibrī, y este quizá del acadio ẖapiru[m], paria)." -Diccionario de la real academia española, 22a edición, 2001
En el caso citado el problema del Diccionario de la real academia española es no solo de forma sino también de fondo, y por varios motivos.
1) Al proveer datos tales como definiciones o etimologías, un diccionario es un intrumento científico y no un campo propicio para la especulación ni de sus editores ni demás contribuyentes.
El "quizá" de la información etimológica de la palabra hebreo no informa NADA que haya sido ni comprobado ni aceptado por la comunidad científica. Es más, el "quizá" en cuestión puede inducir a la confusión.
Cada pueblo tiene el derecho legítimo e inalenable de definirse por sí mismo y no son sus vecinos ni tampoco sus enemigos quienes lo definen sino los propios intengrantes del pueblo en cuestión.
¿Qué nueva moda para nada moderna y muy siglo XXI es ésta que conduce a los miembros de la Real Academia Española a lanzar tamaña especulación no verificada?
¿Ahora resulta que la Biblia dejó de ser un punto de referencia para la cultura occidental?
¿O que algún rumor va a terminar dictándonos sus caprichos solo por el hecho de que pudiese existir alguna obtusa analogía entre el hebreo y el egipcio o el acadio?
No es el paganismo nostálgico el que va a definir la naturaleza del pueblo hebreo ni tampoco su legado que, recuérdesele, es uno de los pilares fundamentales sobre los que descansa la tradición occidental y su cultura.
Además, una posible asociación entre "ivri" y "apiru" es una verdaderamente traída de los pelos y ya ha sido categóricamente rechazada por importantes arqueólogos europeos.[4]
¿Para qué insistir entonces?
2) PARIA
Está totalmente fuera de lugar considerar a Abraham y sus descendientes paria cuando la Biblia misma indica exactamente todo lo contrario.
I. Un paria es un habitante de la India, de ínfima condición social, y excluido del sistema de castas hindúes.
Abraham no era de la India, ni era de ínfima condición social, ni tampoco un decastado. Al contrario, Abraham fue el primer monoteista y fue a su vez padre de ismaelitas y hebreos, y a través de estos últimos de la cristiandad toda.
II. Un paria es una persona excluida de las ventajas de que gozan las demás, e incluso de su trato, por ser considerada inferior.
Frente a los paganos idólatras Abraham no poseía desventaja ninguna. Precisamente lo opuesto es lo que emana de la Biblia y de tradición occidental (tanto judía como cristiana). Tampoco lo del tema de alguna supuesta inferioridad tiene acidero ninguno respecto al primer patriarca hebreo o lo que está escrito en la Biblia.
3) Tanto en su 22a edición impresa de 2001 como en la actual que puede consultarse en la línea en 2013, la etimología especulativa asignada por el DRAE al término hebreo presenta al DRAE como un diccionario tendencioso y antisemita,[5] y en el sentido más amplio que semita pueda abarcar, es decir, comprendiendo esto también a Jesús de Nazaret quien es fruto de ese grupo humano al que el DRAE tilda de "paria".[6]
4) En consecuencia es hora de enmendar. Vergüenza grande es para un hispanohablante que cuida su lengua el descubrir tamaña insinuación blasfema en un diccionario que por otra parte traiciona además a su propio lema, ya que aquí ni limpia, ni fija, ni da esplendor ninguno.
Citemos a San Pablo:
Consideraciones finales
El término hebreo proviene del latín Hebraei, y no deHebraeus según sostiene el DRAE.
En su etimología, la entrada "hebreo, a" proporcionada por el DRAE:
a. provee un término erróneo en latín
b. carece de etimología en lengua griega
c. provee una correcta versión hebrea para el mismo
d. especula con el acadio para proponer un significado inadecuado e irrelevante.
Sugerencia para la próxima edición del DRAE
hebreo, a. "(del latín Hebraei, del griego antiguo Ἑϐραῖοι (Hebraioi), y éste del hebreo עברי (Ivrí)."
Notas
1. Según la Biblia, Heber era uno de los hijos de Sem, quien a su vez era uno de los tres hijos de Noé. Como idioma, el hebreo es una lengua semítica, condición que comparte con otras tales como el fenicio, el arameo y el árabe. La influencia del hebreo sobre el español ha sido moderada en la cantidad de términos pero profunda en el alcance de los mismos. Proceden de la lengua hebrea las palabras Mesías, Jehová, querubín, serafín, sábado, amén, edén, Abraham, Moisés, pascua, hosanna, aleluya, Jerusalén, David, Salomon, Jesús y María, etc.
2. No confundir con israelíes, gentilicio que denomina la nacionalidad de propia de los ciudadanos del actual Estado Hebreo. Los individuos judíos en ese país son generalmente israelíes y, a su vez, los ciudadanos del actual Israel comprenden también grupos de ciudadanos árabes israelíes y ciudadanos cristianos israelíes. Así, israelita e israelí no son sinónimos.
3. Judá (o su variante griega Judea) designaba a una entidad político-territorial que existió en la región oriental del Mediterráneo, desde aproximadamente el siglo X antes de la Era Común y hasta el siglo I de la Era Común. Los habitantes de Judea eran los judíos, término que luego fue también aplicado a los que habían emigrado desde Judea y a sus descendientes.
4. WK: Certains valorisent une origine égyptienne, habirou, qui veut dire « nomades ». Un seul terme à consonance approchante, Apirou, est mentionné ailleurs. Ce terme, qui s'écrit aussi Hapirou ou Habirou, apparaît depuis le Dynastique archaïque jusqu'à la fin de l'Âge du Bronze. On le rencontre de la Mésopotamie à l'Anatolie et à l'Égypte. Il désigne principalement des marginaux vagabonds, parfois mercenaires et plus ou moins brigands. Les Apirou portent des noms d'origines ethniques variées : ils ne sont pas considérés comme une ethnie unique, mais comme un groupe socio-économique comportant plusieurs ethnies. Les Hébreux mentionnés par la Bible pourraient donc être l'une des nombreuses ethnies errantes exogènes regroupées sous le nom commun d'Apirou. Par contre, selon Olivier Rouault, « Le terme de Hapirou/Habirou a fait couler beaucoup d'encre, en partie en raison de sa ressemblance avec le nom des Hébreux, avec lequel il semble finalement n'avoir qu'un rapport lointain » (Dictionnaire de l'Antiquité, édition PUF, 2005, p. 1026; Shasou et Apirou dans les documents égyptiens; Anson F. Rainey, Unruly Elements in Late Bronze Canaanite Society, en Pomegranates and Golden Bells, ed. David Pearson Wright, David Noel Freedman y Avi Hurvitz, Eisenbrauns, 1995, p. 483. WK: "Modern scholars conclude that the attempts to relate apiru (Habiru) to the Hebrew word ibri (Hebrews) are not fruitful."
5. Etimología en la entrada hebreo según el DRAE, consultado 13.4.13.
6. San Pablo: "Hermanos míos, esos de mi propio pueblo, la gente de Israel. De ellos es la adopción como hijos [del Señor], la gloria divina, los pactos, la ley, las oraciones a Dios desde el Templo y el contar con Sus promesas. Suyos son los patriarcas, y desde ellos es trazado el linaje humano del Cristo" (Romanos, 9: 1-5).
Los hebreos son un antiguo pueblo semítico del Medio Oriente y a ellos frecuentemente se refiere la Biblia, que contiene numerosas referencias y constituye la principal fuente de documentación en cuanto a ellos. Los hebreos son considerados como los ancestros de los israelitas y del pueblo judío. A veces se considera que los términos hebreo, israelita y judío son sinónimos, pero de hecho no lo son.
El pueblo hebreo tiene su origen en el primer patriarca bíblico, Abraham, quien siguiendo el llamado de Dios, llevando cabo lo pactado con el Todopoderoso (La Alianza), dejó su casa natal en Ur (en Caldea, Mesopotamia) para dirigirse hacia la Tierra Prometida, Canaán, en el poniente (siglo XV antes de la Era Común; véase Génesis 11:26-25:18).
Abraham se dirige a Cannaán Detalle de un grabado de Gustave Doré de 1866 |
En hebreo, la palabra עבר (Heber) significa "pasar, cruzar o atravesar", es decir, "ir más allá". Pero este movimiento no es necesariamente solo uno geográfico o territorial. Según una antigua leyenda tradicional, Abraham fue el primero en destruir los ídolos paganos. El acto llevado a cabo por Abraham cuando aún era joven se denomina actualmente aniconismo. Lo importante de dicho proceder es que señala a Abraham como el primer individuo que en la historia de la humanidad logró ir más allá del paganismo: Abraham es extraordinario por su determinación gracias a la cual logró trascender el culto a los ídolos.
Sin precedentes: Abraham destruye los ídolos |
En principio, hebreo significa entonces "el que pasa" en el sentido de transitar o, mejor aún, migrar. Hebreo es así "el que migra". Con todo, hebreo posee como término un sentido mucho más profundo. En la lengua hebrea ללכת מעבר למשהו (laléjet miheber le máshehu) significa literalmente "ir más allá de alguna cosa". Dicho con otras palabras, trascender.
Significativamente, Abraham trascendió la idolatría.
Por otra parte, en la lengua hebrea, Abraham significa tanto "Padre de Muchos Pueblos" como "Padre de Muchas Naciones". La Biblia indica que Abraham fue el padre de Isaac e Ismael, de quienes a su vez descenderían respectivamente los pueblos israelita y árabe.
Abraham significa "Padre de Muchas Naciones" |
Reconciliación de los hijos de Abraham |
Si bien nómade, Abraham era un hombre respetable y acaudalado. Además, y por sobre todas las cosas, fue el Elegido de Dios.
Abraham contempla las estrellas Ephraim Moses Lilien, La Alianza de Abraham, 1908 |
Las palabras israelita y judío son posteriores. En la Biblia, Jacob (el tercer patriarca hebreo) recibe el nombre Israel y sus doce hijos formarán las doce tribus de Israel, a las que se conocerá como israelitas.[2] Los israelitas habitaron la Tierra Santa. El término judío, por otra parte, no tiene lugar en el Pentateuco (Cinco Libros de Moisés) sino solo posteriormente en la Biblia y designa ante todo a los miembros de la tribu isrealita de Judá (cuarto hijo de Jacob) y subsecuentemente a los habitantes de las tierras montañosas de Judea.[3] Históricamente, el antiguo Reino de Israel (que tuvo como monarcas a Saúl, David, y Salomón) en cierto momento se dividió en el Reino de Israel y el Reino de Judá, y fue este último el de mayor duración. No obstante el Reino de Judá más tarde fue derrotado por los asirios y sus habitantes, conducidos al exilio, fueron colectivamente conocidos como judíos, ya que provenían de Judea.
Símbolo hebreo de fertilidad y esperanza, la granada es típica de Tierra Santa, donde se la llama "rimmón." |
El problema del DRAE
hebreo, a. "(Del lat. Hebraeus, este del hebr. ‘ibrī, y este quizá del acadio ẖapiru[m], paria)." -Diccionario de la real academia española, 22a edición, 2001
En el caso citado el problema del Diccionario de la real academia española es no solo de forma sino también de fondo, y por varios motivos.
1) Al proveer datos tales como definiciones o etimologías, un diccionario es un intrumento científico y no un campo propicio para la especulación ni de sus editores ni demás contribuyentes.
El "quizá" de la información etimológica de la palabra hebreo no informa NADA que haya sido ni comprobado ni aceptado por la comunidad científica. Es más, el "quizá" en cuestión puede inducir a la confusión.
Cada pueblo tiene el derecho legítimo e inalenable de definirse por sí mismo y no son sus vecinos ni tampoco sus enemigos quienes lo definen sino los propios intengrantes del pueblo en cuestión.
¿Qué nueva moda para nada moderna y muy siglo XXI es ésta que conduce a los miembros de la Real Academia Española a lanzar tamaña especulación no verificada?
¿Ahora resulta que la Biblia dejó de ser un punto de referencia para la cultura occidental?
¿O que algún rumor va a terminar dictándonos sus caprichos solo por el hecho de que pudiese existir alguna obtusa analogía entre el hebreo y el egipcio o el acadio?
No es el paganismo nostálgico el que va a definir la naturaleza del pueblo hebreo ni tampoco su legado que, recuérdesele, es uno de los pilares fundamentales sobre los que descansa la tradición occidental y su cultura.
Además, una posible asociación entre "ivri" y "apiru" es una verdaderamente traída de los pelos y ya ha sido categóricamente rechazada por importantes arqueólogos europeos.[4]
¿Para qué insistir entonces?
2) PARIA
Está totalmente fuera de lugar considerar a Abraham y sus descendientes paria cuando la Biblia misma indica exactamente todo lo contrario.
I. Un paria es un habitante de la India, de ínfima condición social, y excluido del sistema de castas hindúes.
Abraham no era de la India, ni era de ínfima condición social, ni tampoco un decastado. Al contrario, Abraham fue el primer monoteista y fue a su vez padre de ismaelitas y hebreos, y a través de estos últimos de la cristiandad toda.
II. Un paria es una persona excluida de las ventajas de que gozan las demás, e incluso de su trato, por ser considerada inferior.
Frente a los paganos idólatras Abraham no poseía desventaja ninguna. Precisamente lo opuesto es lo que emana de la Biblia y de tradición occidental (tanto judía como cristiana). Tampoco lo del tema de alguna supuesta inferioridad tiene acidero ninguno respecto al primer patriarca hebreo o lo que está escrito en la Biblia.
3) Tanto en su 22a edición impresa de 2001 como en la actual que puede consultarse en la línea en 2013, la etimología especulativa asignada por el DRAE al término hebreo presenta al DRAE como un diccionario tendencioso y antisemita,[5] y en el sentido más amplio que semita pueda abarcar, es decir, comprendiendo esto también a Jesús de Nazaret quien es fruto de ese grupo humano al que el DRAE tilda de "paria".[6]
Casa de Abraham Pintura de Liles que conecta el Sacrificio de Isaac con el Arca de la Alianza, el León de Judá, y Jesús de Nazareth |
4) En consecuencia es hora de enmendar. Vergüenza grande es para un hispanohablante que cuida su lengua el descubrir tamaña insinuación blasfema en un diccionario que por otra parte traiciona además a su propio lema, ya que aquí ni limpia, ni fija, ni da esplendor ninguno.
Citemos a San Pablo:
Y si la raíz es santa, también lo son las ramas. Pero si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, fuiste injertado entre ellas y compartes ahora la savia nutricia que te llega desde la raíz del olivo, no seas arrogante para con las ramas. Y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino que es la raíz la que te sustenta a ti (Romanos, 11: 16-20).
Esposa de Abraham, Sara es madre del pueblo hebreo Abel Pann, Y Sara sonrió, pastel, 1925 |
Consideraciones finales
El término hebreo proviene del latín Hebraei, y no de
En su etimología, la entrada "hebreo, a" proporcionada por el DRAE:
a. provee un término erróneo en latín
b. carece de etimología en lengua griega
c. provee una correcta versión hebrea para el mismo
d. especula con el acadio para proponer un significado inadecuado e irrelevante.
Sugerencia para la próxima edición del DRAE
hebreo, a. "(del latín Hebraei, del griego antiguo Ἑϐραῖοι (Hebraioi), y éste del hebreo עברי (Ivrí)."
"Por los frutos los conoceréis" (Mateo 7:16) |
Notas
1. Según la Biblia, Heber era uno de los hijos de Sem, quien a su vez era uno de los tres hijos de Noé. Como idioma, el hebreo es una lengua semítica, condición que comparte con otras tales como el fenicio, el arameo y el árabe. La influencia del hebreo sobre el español ha sido moderada en la cantidad de términos pero profunda en el alcance de los mismos. Proceden de la lengua hebrea las palabras Mesías, Jehová, querubín, serafín, sábado, amén, edén, Abraham, Moisés, pascua, hosanna, aleluya, Jerusalén, David, Salomon, Jesús y María, etc.
2. No confundir con israelíes, gentilicio que denomina la nacionalidad de propia de los ciudadanos del actual Estado Hebreo. Los individuos judíos en ese país son generalmente israelíes y, a su vez, los ciudadanos del actual Israel comprenden también grupos de ciudadanos árabes israelíes y ciudadanos cristianos israelíes. Así, israelita e israelí no son sinónimos.
3. Judá (o su variante griega Judea) designaba a una entidad político-territorial que existió en la región oriental del Mediterráneo, desde aproximadamente el siglo X antes de la Era Común y hasta el siglo I de la Era Común. Los habitantes de Judea eran los judíos, término que luego fue también aplicado a los que habían emigrado desde Judea y a sus descendientes.
4. WK: Certains valorisent une origine égyptienne, habirou, qui veut dire « nomades ». Un seul terme à consonance approchante, Apirou, est mentionné ailleurs. Ce terme, qui s'écrit aussi Hapirou ou Habirou, apparaît depuis le Dynastique archaïque jusqu'à la fin de l'Âge du Bronze. On le rencontre de la Mésopotamie à l'Anatolie et à l'Égypte. Il désigne principalement des marginaux vagabonds, parfois mercenaires et plus ou moins brigands. Les Apirou portent des noms d'origines ethniques variées : ils ne sont pas considérés comme une ethnie unique, mais comme un groupe socio-économique comportant plusieurs ethnies. Les Hébreux mentionnés par la Bible pourraient donc être l'une des nombreuses ethnies errantes exogènes regroupées sous le nom commun d'Apirou. Par contre, selon Olivier Rouault, « Le terme de Hapirou/Habirou a fait couler beaucoup d'encre, en partie en raison de sa ressemblance avec le nom des Hébreux, avec lequel il semble finalement n'avoir qu'un rapport lointain » (Dictionnaire de l'Antiquité, édition PUF, 2005, p. 1026; Shasou et Apirou dans les documents égyptiens; Anson F. Rainey, Unruly Elements in Late Bronze Canaanite Society, en Pomegranates and Golden Bells, ed. David Pearson Wright, David Noel Freedman y Avi Hurvitz, Eisenbrauns, 1995, p. 483. WK: "Modern scholars conclude that the attempts to relate apiru (Habiru) to the Hebrew word ibri (Hebrews) are not fruitful."
5. Etimología en la entrada hebreo según el DRAE, consultado 13.4.13.
6. San Pablo: "Hermanos míos, esos de mi propio pueblo, la gente de Israel. De ellos es la adopción como hijos [del Señor], la gloria divina, los pactos, la ley, las oraciones a Dios desde el Templo y el contar con Sus promesas. Suyos son los patriarcas, y desde ellos es trazado el linaje humano del Cristo" (Romanos, 9: 1-5).